07 junio 2011

Los humanos somos parte de la biodiversidad y dependemos enteramente de ella

Los humanos dependemos enteramente de la biodiversidad para nuestra supervivencia y no tenemos ningún sustituto para ella. Los humanos somos una más de las especies que han evolucionado en este planeta y como tal formamos parte de las cadenas tróficas y ecológicas que regulan la existencia de todos los seres vivos. Pertenecemos a la misma familia de los grandes simios: chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes, aunque obviamente a lo largo de nuestra historia hemos adquirido características propias. Sin embargo, seguimos dependiendo de la naturaleza para poder sustentar nuestra vida. Aquí incluyo algunos de los servicios ambientales provistos por la biodiversidad y vitales para los humanos y nuestra supervivencia y desarrollo.

Los humanos comemos biodiversidad

La provisión mundial de alimentos depende de unas 150 especies de plantas. De ellas, 12 brindan tres cuartos del alimento consumido en el mundo (incluyendo entre otros, al maíz, el trigo, el arroz y las papas). La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación—FAO estima que existe casi un cuarto de millón de plantas disponibles para la agricultura. El potencial productivo de las áreas agrícolas donde cultivamos nuestros alimentos es protegido por la biodiversidad. Los ciclos tróficos de la biodiversidad permiten que las poblaciones de herbívoros sean controladas por los carnívoros. Si un desequilibrio ambiental provoca la extinción de predadores, como por ejemplo escarabajos mariquitas, sus presas empiezan a crecer exponencialmente, y si son plagas como los pulgones, pueden afectar significativamente a la industria agrícola produciendo grandes pérdidas económicas y una escasez de alimentos (Cardinale et al. 2002; Hooper et al. 2005).


Los humanos nos vestimos con biodiversidad

A pesar del desarrollo de fibras sintéticas, un alto porcentaje de humanos sigue usando vestimentas confeccionadas con textiles de origen natural. Cada año se produce cerca de 35 millones de toneladas de fibras naturales extraídas de una amplia gama de seres vivos (incl. ovejas, conejos, cabras, camellos, alpacas, gusanos de seda, cuero de vaca, algodón, abacá, coco, yute, lino; más información en Descubra las fibras naturales).


El Sauce Blanco Salix alba contiene ácido salicílico,
predecesor de la aspirina
Los humanos nos curamos con biodiversidad

Cerca del 50% de los compuestos farmacéuticos disponibles en el mercado se derivan de compuestos encontrados en seres vivos (Chivian y Bernstein. 2008. Sustaining Life: How Human Health Depends on Biodiversity; Grifo et al. 1997. The origins of prescription drugs, En: Grifo y Rosenthal (Eds.). Biodiversity and human health). La Organización Mundial de la Salud reportó que alrededor del 80% de la población mundial depende de medicinas derivadas de la biodiversidad para cuidar su salud (Chivian y Bernstein op. cit.; Grifo et al. op. cit.; Farnsworth et al. 1985). Solo una pequeña porción de la diversidad de seres vivos se ha investigado en relación a su potencial médico. En particular, los ambientes marinos tienen quizás el mayor repertorio de sustancias químicas con inmenso potencial como medicinas (Thoms y Schupp 2005).


Las industrias humanas dependen de la biodiversidad

Un sin fin de materiales usados en procesos industriales se derivan de recursos biológicos, incluyendo fibras, maderas, pigmentos, aceites, caucho, entre otros. A nivel mundial, la industria de la construcción es una de las que más recursos naturales utiliza, siendo responsable de cerca del 40% del flujo total de materias primas cada año (Business and Biodiversity Resource Center). Los avances tecnológicos basados en procesos biológicos, es decir biotecnología, han abierto un nuevo nicho en la industria que ha sido ampliamente aprovechado por industrias farmacéuticas (actualmente con más de 250 productos, incluyendo vacunas para enfermedades previamente incurables), industrias alimenticias (más de 13,3 millones de agroempresas alrededor del mundo usan procesos o derivados biotecnológicos para incrementar sus cultivos, evitar plagas y reducir su impacto ambiental) e industrias de producción energética y de biocombustibles (más de 50 biorefinerías ya se están construyendo en Estados Unidos); más información: Biotechnology Industry Organization.


En las raices de ciertas plantas se forman nódulos
donde viven bacterias Rhizobium que
fijan el nitrógeno en el suelo.
Todos los recursos indispensables para la vida humana vienen de la biodiversidad, usualmente producidos por especies de las que nunca hemos escuchado

El agua, el aire, el suelo y la energía son el resultado directo de procesos biológicos. El nitrógeno, compuesto indispensable para la fertilidad de los suelos, se fija en la tierra casi en su totalidad gracias a microorganismos, como las bacterias Rhizobia. El 20% del oxígeno que respiramos los humanos es producido por un pequeña cianobacteria llamada Prochlorococcus (Chisholm et al. 1992; Partensky et al. 1999). Esta cianobacteria es el ser vivo fotosintético más abundante del planeta, habita en los océanos con una concentración de más de 100 mil células por mililitro de agua de mar superficial. Cerca de 330 millones de hectáreas de bosques cumplen funciones de protección del agua y el suelo, control de avalanchas, estabilización de dunas de arena, control de la desertificación y protección de las costas (FAO 2010). Los bosques del planeta almacenan 289 gigatoneladas de carbono en su biomasa solamente. La deforestación, degradación, fragmentación y mal manejo de los bosques reducen su potencial. Entre 2005 y 2010, la destrucción de los bosques significó un decremento de 0,5 gigatoneladas de carbono almacenado en los bosques ((FAO 2010).


Las culturas y las sociedades humanas entrelazan su pasado, su presente y su futuro con la biodiversidad

Importantes valores sociales y culturales provistos por la biodiversidad han moldeado el desarrollo de las sociedades humanas; desde nuestros ancestros cazadores-recolectores hasta nuestras sociedades globalizadas actuales que usufructúan de recursos a nivel planetario. Junto a valores utilitarios directos, la biodiversidad nos entrega invaluables beneficios que afectan nuestra psiquis individual y nuestro comportamiento social: la disponibilidad de un ambiente saludable y agradable donde podamos vivir, donde desarrollemos actividades de recreación y que nos inspire espiritual y artísticamente. La impresionante diversidad de la naturaleza produce en los humanos sensaciones de paz, belleza, felicidad, asombro… ese también es un servicio que nos provee.


Para obtener una visión clara del papel e impacto que los humanos tenemos en nuestro mundo, es necesario objetivar nuestras apreciaciones, eliminando o limitando los paradigmas y sesgos que bloquean nuestra evaluación. Al hacer esto y ponernos en perspectiva, será fácil evidenciar que los humanos somos una importante fuerza global de cambio sobre todos los niveles de la biodiversidad. La ventaja es que podemos transformar esa fuerza en un cambio positivo y no solo destructivo. Es de vital importancia para la vida humana que internalicemos el lazo cercano y vital que tenemos con la biodiversidad, que entendamos cómo nuestras actividades afectan al sistema biodiverso planetario, que preveamos los efectos de nuestras actividades, evitemos causar daños irreversibles y mitiguemos los efectos ambientales negativos para la supervivencia de la biodiversidad y por ende de nuestra especie.

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El texto de esta entrada fue publicado en el artículo: Cisneros-Heredia, D.F. (2010) Entre los medios de comunicación y la objetividad científica: Un tortuoso camino para la conservación de la biodiversidad. Polemika 2(5): 22-33. La revista Polemika es una publicación periódica editada por el Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito USFQ.

Créditos de las fotografías: Mercado de Frutas por flydime; Campo de Algodón por David Nance; Saunce Blanco por MPF; Investigadora con Cultivo de Rosa por Scott Bauer; Nódulos de Rhizoboum por London Permaculture.



04 junio 2011

¿Qué hacer frente a los problemas de comunicación sobre la biodiversidad y su conservación? (Entre los medios de comunicación y la objetividad científica 5)

A pesar de la gran cobertura mediática que reciben los problemas ambientales, la biodiversidad sigue siendo destruida extensivamente. El flujo de conocimiento entre científicos, medios de comunicación y el público se ve obstaculizado por diferentes barreras que previenen la toma de conciencia social sobre la magnitud de los problemas ambientales. Es vital que los humanos internalicemos nuestra pertenencia y dependencia con la biodiversidad.


Esta entrada es parte de "Entre los medios de comunicación y la objetividad científica", aquí pueden leer las entradas anteriores:

LO SUCEDIDO CON LA BIODIVERSIDAD EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS
  • Cerca de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el planeta se han destruido
  • 17934 especies de seres vivos están en peligro de extinción y al menos 14 animales y plantas se han declarado extintos entre 2000 y 2010
  • El 65% de los hábitats ribereños mundiales se encuentran en riesgo

¿POR QUÉ FALLA LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN?
  • Los humanos solo percibimos al mundo parcialmente.
  • Los humanos percibimos e interpretamos la realidad con errores y sesgos
  • Las actividades humanas parecen pequeñas e inocuas en comparación con los cambios que el planeta ha sufrido a lo largo de su historia. ¡Pero no lo son!
  • La exposición mediática no llega a todos los humanos por igual
  • Nuestro conocimiento científico sobre la biodiversidad es incompleto
  • Los temas científicos son la comida chatarra de los medios de comunicación
  • Los científicos no se involucran en la comunicación y no explican al público en términos claros y aplicables ¿por qué conservar la biodiversidad?



La conservación de la biodiversidad implica el tomar decisiones prácticas y políticas en relación a los cursos de acción apropiados frente a una amplia variedad de opciones y tomando en cuenta las incertidumbres propias de los sistemas naturales y de las sociedades humanas. La difusión científica permite la entrega eficiente, no sesgada y sistemática de evidencia científica. Esto provee un marco de acción independiente y objetivo para los tomadores de decisiones cuando existen diferentes acciones alternativas. Así mismo, es un claro estándar de buenas prácticas en la transferencia del conocimiento y permite identificar donde se requieren fondos y recursos de tal forma que se armen agendas de desarrollo basadas en necesidades y no en subjetivismos.

Los científicos y los medios de comunicación deben aliarse estratégicamente, dejando de lado la táctica de asustar a la gente con catástrofes ambientales o solo entretenerla con curiosidades momentáneas. En su lugar, debemos explicar el valor de la biodiversidad, la importancia de los servicios que provee a los humanos y las consecuencias de las perturbaciones ambientales que estamos provocando. Estas noticias no deben ser meras declaraciones, sino que tienen que proveer evidencias y datos reales que permitan a las personas diversificar sus opiniones, analizar críticamente los hechos y entender los procesos científicos que dieron origen a estas aseveraciones. Es importante que dejemos de dar órdenes (“hay que conservar las especies”, “no hay que cortar los bosques”) y empecemos a educar.

Para que las políticas relacionadas al uso y conservación de la biodiversidad sean efectivas y creíbles, los tomadores de decisión necesitan saber que cursos de acción tomar y cuáles no. El público debe apoyar esas decisiones de manera crítica y reflexiva, estando adecuadamente informados; de tal manera, que si los tomadores de decisiones no toman el camino óptimo, sea el público quien demande la rectificación. La calidad de las decisiones refleja una relación entre la información que se tiene a la mano y la suma total de la información relevante que está potencialmente disponible. Sin embargo, los procesos actuales de toma de decisiones relacionados con el uso y conservación de biodiversidad, en general carecen de una racionalidad objetiva o de una evaluación de su efectividad. En ausencia de evidencia accesible, los tomadores de decisiones inevitablemente confían en métodos subjetivos combinados con la experiencia personal (lo cual no es lo más eficiente y seguro, dado los múltiples sesgos y errores que podemos cometer).

Cientos de estudios científicos desarrollados en las últimas dos décadas proveen evidencia concluyente de que la pérdida de la biodiversidad impacta negativamente a los servicios ambientales de los que dependemos los humanos. La extinción de las especies reduce la habilidad de la naturaleza para mantener el balance ecológico y servicios como la filtración del agua, el reciclaje de nutrientes, la polinización, el control de plagas y enfermedades y la producción de alimentos en los sistemas terrestres, dulceacuícolas y marinos (Cardinale et al. 2002; Hooper et al. 2005; Dudgeon et al. 2006; FAO 2010; Vörösmarty et al. 2010. La destrucción y fragmentación de los hábitats, la introducción de especies invasoras y los cambios climáticos están entre los principales factores de extinción de las especies (IUCN 2010). El concepto de biodiversidad se debe relacionar no solo con su valor intrínseco de vida (expresado en la primera parte de este artículo) sino que debe ponerse en perspectiva con todos los valores aditivos que representa para la supervivencia y desarrollo humano.

La biodiversidad no es solo un tema de biólogos y personas interesadas en la naturaleza, sino que tiene fuertes implicaciones éticas, económicas, sociales, legales, políticas, estéticas y de auto-preservación
(ver Ehrlich y Ehrlich. 1992. The Value of Biodiversity. Ambio, 21)


POR QUÉ LA BIODIVERSIDAD ES TAN IMPORTANTE
  • Los humanos dependemos enteramente de la biodiversidad para nuestra supervivencia y no tenemos ningún sustituto para ella
  • Los humanos comemos biodiversidad
  • Los humanos nos vestimos con biodiversidad
  • Los humanos nos curamos con biodiversidad
  • Las industrias humanas dependen de la biodiversidad
  • Todos los recursos indispensables para la vida humana vienen de la biodiversidad, usualmente producidos por especies de las que nunca hemos escuchado.
  • Las culturas y las sociedades humanas entrelazan su pasado, su presente y su futuro con la biodiversidad.


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El texto de esta entrada fue publicado en el artículo: Cisneros-Heredia, D.F. (2010) Entre los medios de comunicación y la objetividad científica: Un tortuoso camino para la conservación de la biodiversidad. Polemika 2(5): 22-33. La revista Polemika es una publicación periódica editada por el Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito USFQ.

02 junio 2011

Más razones por las cuales el estado de la biodiversidad sigue empeorando (Entre los medios de comunicación y la objetividad científica 4)

En la entrada anterior de este blog discutí las cuatro primeras razones por las que creo que las personas no hemos tomado conciencia de la magnitud de los problemas ambientales a pesar de todo el barullo mediático que hay alrededor de ellos. Aquí presentaré otras tres razones:

Nuestro conocimiento científico sobre la biodiversidad es incompleto

Solo hemos descubierto una pequeña fracción de la biodiversidad del planeta (cerca del 10%). Tan básico es nuestro conocimiento sobre algunos grupos de seres vivos que su estado de conservación no ha sido evaluado (97%). Incluso entre aquellas especies que han sido evaluadas, la información disponible es tan pobre que se han clasificado como especies con “Datos Deficientes” (7438 especies de plantas y animales; IUCN 2010: Summary Statistics: Tables 3a/3b). Grandes áreas del planeta permanecen inexploradas, y apenas si estamos empezando a conocer la complejidad de muchos ecosistemas terrestres y marinos. Por ejemplo, la primera fase del programa científico Census of Marine Life reveló que la vida en los océanos del planeta es más rica, está más interconectada y ha sido más impactada por los humanos de lo que se esperaba. Luego de 10 años de exploración, 2700 científicos de 80 países presentaron el primer reporte del programa donde se revela el descubrimiento de más de 6000 potencialmente nuevas especies de seres vivos marinos.


Los temas científicos son la comida chatarra de los medios de comunicación

Para la mayor parte de medios, los temas científicos son un contenido barato, entregado de manera rápida, tratado a la ligera, ubicado como relleno, de perspectiva inmediatista, con tintes sensacionalista y que no genera reflexión o discusión. Las noticias científicas son manejadas por periodistas con poca o ninguna experiencia en difusión de la ciencia, que no entienden los temas más allá de los boletines de prensa que reciben y que no consultan fuentes válidas adicionales (o se basan únicamente en fuentes secundarias o compilaciones pero no en literatura primaria). El público recibe una imagen errónea de la ciencia, pues se proyecta como un mero devaneo continuo de curiosidades ingeniosas, tecnológicas e incluso contradictorias. Nuestros periódicos y revistas se ven inundados de noticias insulsas, escuetas y mal comunicadas donde un día nos dicen que exponerse al sol y tomar vino es beneficioso para la salud, mientras que poco tiempo después indican todo lo contrario. El público no aprende nada del verdadero proceso científico, no capta su objetividad, apertura y desarrollo. Por el contrario, pierde la confianza en los procesos generadores del conocimiento, tomando una actitud de cinismo, desconfianza y ligereza frente a la ciencia y siendo mucho más propenso a dejarse llevar por pseudociencias, charlatanerías y dogmas.

El manejo de los temas relacionados con el cambio climático son el mejor ejemplo de la mala práctica mediática. Estos temas han sido la comidilla de los medios de comunicación en los últimos años. Lamentablemente, en lugar de tomar perspectivas claras y objetivas, los medios han apostado por el alarmismo, la controversia destructiva y el sensacionalismo. Por años, casi todo fenómeno climático que sucede en el planeta ha sido atribuido al “calentamiento global” (término erróneamente tratado por los medios como sinónimo de “cambio climático”). Fotos de personas y ciudades afectadas por huracanes, terremotos, inundaciones, sequías, tifones y marejadas aterrorizan al público y son ligadas irresponsablemente y sin evidencia al "calentamiento global". El "calentamiento global" se transformó en el cuco de todas nuestras pesadillas. Pero en noviembre 2009, los medios cambiaron de discurso y desenfrenados dieron rienda suelta a su imaginación con el incidente “Climategate”, una filtración de más de 160 megabytes de información digital de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia. Medios de comunicación impresa y digital difundieron que los documentos infiltrados probaban que los datos de las investigaciones sobre cambio climático habían sido manipulados y que se había bloqueado a los científicos contrarios a la teoría del cambio climático antropogénico. El escándalo provocó una ruptura de la frágil confianza que el público tenía en la ciencia del cambio climático. Sin embargo, durante el primer semestre del año 2010, investigaciones independientes que examinaron el caso declararon que en la información infiltrada no hay evidencia de mala práctica científica deliberada y no hay evidencias que impugnen las investigaciones sobre cambio climático antropogénico (para más información, leer el reporte del Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes del Reino Unido; y el reporte del Panel Internacional establecido por la Universidad de East Anglia para examinar la investigación de la Unidad de Investigación Climática).


Los científicos no se involucran en la comunicación y no explican al público en términos claros y aplicables ¿por qué conservar la biodiversidad?

A pesar de ser quienes generan y desarrollan todo el torrente de conocimientos sobre la biodiversidad, muchos investigadores ven a los medios exactamente como los describí en el párrafo anterior y por eso desconfían de ellos y se mantienen alejados (mientras que a otros de plano no les interesa participar en la comunicación). Los científicos comunican sus descubrimientos al resto de académicos a través de la publicación de artículos científicos en revistas especializadas (revistas académicas que utilizan el sistema de revisores por pares o peer-review). Esos artículos, si bien describen todo el método científico involucrado en el desarrollo del descubrimiento, suelen ser técnicos y de difícil acceso para el público. Para mejorar el intercambio de información, muchas revistas científicas han empezado a generar secciones de difusión o boletines de prensa que presentan de forma más digerible los descubrimientos publicados (Un excelente ejemplo de esto son las revistas de acceso abierto del grupo PLoS Public Library of Science).

Carl Sagan
Sin embargo, esto ha demostrado no ser suficiente para generar una adecuada difusión científica. La impavidez y sigilo de los científicos no se puede justificar solo por la mala funcionalidad de los medios de comunicación. Es vital que los científicos se involucren de manera constructiva y directa en la comunicación pública del progreso científico, explicando objetivamente a cerca de sus fortalezas, debilidades y avances. La participación con editoriales en diarios impresos o en programas de radio y televisión, si es bien manejada y consensuada con los productores, es una herramienta muy útil de difusión científica (muchos científicos han logrado dar este paso exitosamente, por ejemplo Carl Sagan, Stephen Hawking, Isaac Asimov, Eduardo Punset). Además, si bien el internet no llega a todas las personas es un útil difusor de noticias y más importante aún, es un difusor directo. Los científicos ya no dependen únicamente de los medios de comunicación privados para informar al público. La revolución Web 2.0 ha generado aplicaciones en línea que facilitan la interacción directa entre quienes generan la información y el público. Las redes sociales, los blogs, los wikis, los sitios de intercambio de videos, entre otras aplicaciones, permiten a los usuarios interactuar y colaborar de manera activa (por ejemplo, Eduardo Punset y PZ Myers son dos comunicadores científicos con influyentes blogs de difusión científica). Si bien los científicos difícilmente podemos llenar los zapatos de los medios de comunicación masiva, podemos empezar a generar información que al menos llegue a la población con acceso a internet. Esto puede producir una difusión exponencial de la información y mientras más personas conozcan objetivamente de los temas ambientales, mayor será la posibilidad de que los tomadores de decisiones (gubernamentales y privados) tomen conciencia, decisiones y acciones sobre estos temas.

Entonces, ¿qué podemos hacer?... eso lo discutiré en la siguiente entrada de este blog...


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El texto de esta entrada fue publicado en el artículo: Cisneros-Heredia, D.F. (2010) Entre los medios de comunicación y la objetividad científica: Un tortuoso camino para la conservación de la biodiversidad. Polemika 2(5): 22-33. La revista Polemika es una publicación periódica editada por el Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito USFQ.