10 agosto 2010

Los Parques y Jardínes son importantes para Aves Migratorias

Cada año y escapando del frío invernal, visitantes alados de otras latitudes llegan a Ecuador. Pero no solo visitan bosques y selvas, pues varias especies de aves migratorias llegan a nuestras áreas verdes urbanas, como el Parque Metropolitano o el Jardín Botánico de Quito. La importancia de estos pequeños remanentes de vegetación para las aves ha sido puesto en evidencia por una reciente investigación que ha revelado que incluso pequeños parches de bosque urbano son muy valiosos para las aves migratorias.

La Reinita Pechinaranja Dendroica fusca es una de las hermosas aves migratorias que llegan a Quito.
(Fuente: Mdf - Wikimedia Commons)

Quito, capital de los Ecuatorianos, tiene parques y jardínes donde no es raro ver aves como Gorriones (cafecitos con copete), Tórtolas (como palomas pero más pequeñitas) o Mirlos (negros con pico y patas naranja). Pero, ¡quién diría que de esos pequeños reductos de vegetación podría depender la supervivencia de aves como Reinitas, Tangaras y Zorzales que han volado miles de kilómetros desde las tierras donde crían a sus polluelos? Un estudio conducido por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio reveló que estos parches de vegetación urbana parecen proveer una adecuada protección y alimento para algunas especies de aves migratorias.
Varias especies de aves migran cada año desde sus lugares de reproducción en los extremos de América para escapar del frio invernal, viajando hacia áreas más cálidas donde puedan alimentarse y vivir hasta que llegue la primavera en sus hogares y puedan regresar. Con el crecimiento de las ciudades a nivel mundial, las aves migratorias terrestres deben pasar cada vez más a través de amplias zonas urbanas que les ofrecen muy poco del hábitat natural del cual estas especies dependen para recargar sus energías y poder continuar con su travesía. Sin embargo, algunas especies han logrado adaptarse a pequeños hábitats urbanos, donde parecen encontrar suficiente alimento.

El Zorzal de Sawinson Catharus ustulatus, pajarillo migratorio que llega a los parques de Quito y que fue objeto del estudio sobre el uso de bosques urbanos (Fuente: Matt Reinbold / Wikimedia Commons).

Los investigadores de Ohio State University estudiaron al Zorzal de Swainson (Catharus ustulatus) que hiberna principalmente en las zonas centro y sur de América (incluyendo Ecuador) luego de viajar a través del este de los Estados Unidos desde sus tierras de cría en los bosques boreales de Canadá. Los investigadores capturaron 91 Zorzales en las arboledas del campus universitario mientras se encontraban migrando. Equiparon a las aves con pequeños radio-transmisores y las liberaron en una de siete zonas boscosas cercanas (los radio transmisores no causan daño a las aves, fueron pegados a las plumas traseras y se cayeron naturalmente a las pocas semanas). Las zonas poseían bosques de tamaños que variaban desde menos de una hectárea hasta cerca de 38 hectáreas.

Usando los radio-transmisores, los investigadores rastrearon cuanto tiempo los zorzales se quedaban en las parcelas boscosas. Si las aves se iban poco después de ser liberadas, quería decir que dichos lugares no proveían el alimento y el hábitat que ellas requerían. Los resultados mostraron que, en las cinco zonas de liberación más grandes, todas las aves se quedaban hasta continuar hacia su destino. En las dos zonas más pequeñas (0.7 y 4.5 hectáreas), el 28 por ciento de las aves se trasladaron a otros lugares en la región. Lo más interesante, es que no hubo  diferencias en la duración de permanencia de los zorzales a lo largo de las 7 zonas; en todas las aves permanecían cuatro días en promedio.

Paul Rodewald y Stephen Mathews, autores de la investigación, indicaron que “El hecho de que la mayoría de aves hayan permanecido, incluso en las zonas más pequeñas, sugiere que los Zorzales de Swainson son de cierta manera flexibles a sus necesidades de hábitat y fueron capaces de encontrar sus requerimientos de “parada” dentro de estos parches urbanos de bosque. Si las zonas de estudio hubieran diferido en gran medida en cuanto a la calidad del hábitat, hubiéramos observado diferencias en el período de permanencia de las aves en los mismos. El hecho de que la duración de la “parada” fue similar sugiere que todas las zonas cubrían las necesidades de los zorzales mientras se preparaban para continuar con el siguiente tramo de su migración”.

Este estudio reveló que casi todos los tamaños de bosque parecieron adecuados para los zorzales, sin embargo ellos prefieren zonas más extensas de bosque. Las aves que estuvieron en bosques urbanos más grandes preferían quedarse en el interior en lugar de acercarse a los bordes del bosque y se movían más (en comparación con aquellas en áreas pequeñas) lo cual indica que su restricción en la búsqueda de comida era menor.

Los investigadores afirmaron que este estudio fue únicamente realizado con una especie, por lo que es difícil decir si los resultados son extrapolables a otras especies. Pero, el Zorzal de Swainson es una de las especies más sensitivas en relación al bosque, por lo que su conformidad con pequeños fragmentos de bosque es alentadora.

La Piranga Roja Piranga rubra, una hermosa ave cuyos machos rojos y las hembras amarillas, es relativamente fácil de observar en los parques con vegetación boscosa de la ciudad de Quito entre Octubre y Marzo
(Fuente: Dominic Sherony / Wikimedia Commons).
Los remanentes de bosque dentro de zonas urbanas poseen un valor en la conservación de las aves terrestres migratorias. Obviamente, los parches de mayor tamaño son mejores, pero incluso los de menor tamaño valen la pena ser conservados. Las áreas verdes urbanas, por más grandes que sean, no pueden reemplazar a los bosques nativos, pero son de gran ayuda para muchas aves que caso contrario desaparecerían al no encontrar refugio y comida. En la ciudad de Quito las siguientes son excelentes áreas para observar aves migratorias que vienen a Ecuador entre los meses de Octubre a Marzo: Parque Metropolitano Guangüiltagua (norte), Parque Metropolitano de Sur, Itchimbía, Jardín Botánico de Quito (Parque La Carolina), Parque Las Cuadras.

Jardín Botánico de Quito (Fuente: Terredeshommes / TravelPod).

CITAS:
  • Stephen N. Matthews, Paul G. Rodewald. Movement behaviour of a forest songbird in an urbanized landscape: the relative importance of patch-level effects and body condition during migratory stopover. Landscape Ecology, 2010; DOI: 10.1007/s10980-010-9475-0
  • Matthews SN, Rodewald PG (2010) Urban Forest Patches and Stopover Duration of Migratory Swainson's Thrushes. The Condor 112 (1): 96-104 DOI: 10.1525/cond.2010.090049 

Edición: Verónica Garcés & Diego F. Cisneros-Heredia

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